Capítulo 33: "Nuestro mundo..."

 Llegué al lado de su ventana y me invitó a subir, de inmediato le obedecí y entré al auto diciendo un vago "Hola" pero sin mirarlo a la cara, sabía lo que su mirada causaba en mi y necesitaba mantenerme firme. Me saludó de vuelta y se quedó en silencio, un silencio bastante incómodo.
-Gracias... por la cajita- solté sin más, necesitaba decir algo para volver a escuchar su grave voz, me encantaba- está hermosa.
-No... no es nada- sonaba un poco nervioso o solo era mi idea?
-Y con respecto a la nota- seguía sin mirarlo... para poder decir esto con normalidad, algo que me costaba- no se que decir...
 Continuó en silencio unos segundos y me sentí idiota... quizás él no quería hablar de eso.
-Lo siento si te molestó, solo necesitaba decirlo.
 ¿Decirlo? como si eso cambiase algo...
-Y por qué a mi?- alcé la mirada con el corazón dolido- por qué no pediste consejo a alguien si no te sientes seguro... tienes dos amigos y un gemelo.
 No entendía su nota, lo único que hacía era hacer que me sintiera peor por saber lo que en verdad me pasaba con él, por qué me complicaba tanto su existencia...
 Retiró su mirada de la mía y tomó un poco de aire- Por tres situaciones que nunca antes había vivido... supongo que sabes que mi problema eres tu cierto?- me miró y yo lo seguí mirando... yo era su problema... él lo dijo- No puedo hablar con mi hermano... porque es tu novio, con Georg tampoco porque se reiría y... me da vergüenza hablar esto con Gustav- sentí un leve suspiro- entiendes?
 Claro que entendía, lo entendía porque yo igual me sentía un poco sola aveces, le conté a las chicas... pero eso no cambia nada, ellas no están en mi lugar, por ende, no me comprenden al 100%.
-Y... ¿qué se supone que haga yo?- eso era lo que no entendía.
-Decir que me comprendes, que sientes algo similar, cualquier cosa... explícame que es estar enamorado de verdad, que sientes cuando ves a la persona que te gusta...- alcé la mirada confusa... con tantas palabras me enredaba y estaba soltando todo muy rápido- entiéndeme, nunca había sentido esto... el mundo ya no es lo mismo para mi y me siento inseguro.- finalizó.

 ¿Cómo explicarle algo que ni siquiera yo comprendía totalmente? Me daba vergüenza admitir que eso lo sentía hacia él... 

 Tenía frío por lo que puse mis manos en el conducto de calefacción, me estaba congelando...

-Creo que te comprendo...- comencé a decir- pero por lo mismo me siento igual de insegura que tu, siento lo mismo y yo si lo he hablado con otras personas... pero no me ayudan sus consejos, no comprenden todo lo que tengo que pensar para tomar la decisión correcta- Si, eso era lo que me costaba... pensar en todos los factores que influían en la decisión que yo tomaba- Con respecto a lo de estar enamorado... supongo que- alcé la mirada y me encontré con ese par de ojos color miel que me miraban atentamente, confundidos... pero a la vez con dulzura - cuando vez a esa persona te sientes lleno, no te importa nada más en el mundo- sentí como el calor se iba a mis mejillas... prácticamente me estaba declarando frente a él- sientes algo en el estómago y tienes ganas solo de estar con esa persona... pero a la vez te da miedo.- Terminé con esa última palabra... aquella que me hacía sentir extraña... el miedo.

-Bill- susurró mirando hacia abajo.

-Bill- susurré yo también. No era Bill el problema, eramos nosotros... pero me daba rabia tener que dañarlo a  él... y me daba más rabia no quererlo como él merecía... 

-Bueno, eso que me dijiste... funcionó- dijo Tom sacándome de mi pequeño estado de odio interno, sonrió levemente.

-Y de que sirve?- seguía furiosa conmigo por dentro- nada cambia.

 Tomó mis manos suavemente, pensé en quitarlas... pero el contacto con sus manos tibias me hacía sentir bien.

-No lo se- dijo comenzando a acariciar mis manos con delicados movimientos- pero por lo menos ahora comprendo un poco lo que siento.

 Miré sus rostro y estaba mirando hacia el frente, seguí su mirada perdida y esta iba a los copos de nieve, me encantaba ver como caían.

 Mis manos comenzaron a tomar calor entre las suyas, aún las de él sobrepasaban por mucho la temperatura de las mías... pero su roce me hacía sentir tranquila.

 Observé un rato más la escena que la naturaleza nos regalaba, mirando de reojo a Tom cada cierto tiempo... mientras él con la vista aún perdida seguía acariciando mis manos con un ritmo constante.

 Me debía ir... mis padres no debían notar mucho mi demora... pero no quería acabar con este momento.

-Tom- dije sacando mis manos lentamente de las suyas, aprovechando cada segundo de roce... las mariposas invadían mi estómago- me debo ir- me miró rápidamente con unos ojos tristes que hicieron que mi decisión flaqueara por unos segundos.

-Ok, te acerco a casa- ofreció de inmediato... pero no era lo que yo quería.

-No gracias- dije rápidamente- me voy caminando- si seguía a su lado podría hacer cualquier cosa, podría flaquear y eso no era bueno... pero la escena que las ventanas me miraban no era la más cálida- Bien...- me rendí contra la madre naturaleza- pero déjame a unos metros de la entrada.- Me acomodé en el asiento, poniendo mis manos bajo mis piernas... tenía unas ganas inmensas de tocar aquella mano que sostenía firmemente la palanca de cambios... pero no lo haría, no era lo mejor en este momento.

-Claro- Tom echó a andar el auto y nos dirigimos al condominio.

 Parecía que mi acompañante estaba en una disputa interna pues podía ver como iba con el entrecejo fruncido... como no verlo si iba mirando de reojo a cada instante aquel hermoso perfil...

-Gracias- dije con el corazón desolado, quería volver a estar sola con él, me sentía bien.- gracias por el regalo... y por traerme.

 Mi mano se dirigió a la manilla de la puerta, pero un leve chasquido me indicó que no iba a poder abrirla por lo que me abstuve de abrir la puerta y volví mi vista hacia Tom.

-Gracias a ti... por escucharme y darte el tiempo de estar conmigo- su sonrisa me encantaba- espero volver a verte.- esas palabras hicieron que mi corazoncito se derritiera.

-Yo igual- susurré mirando al piso de su auto- quisiera salir- dirigí mi mano a la manilla nuevamente.

-Ah, cierto- un nuevo chasquido me indicó que ya estaba libre- adiós (tu nombre)

-Adiós- repetí dirigiendo una última mirada, guardando su rostro en mi mente...

 Me paré y tomé un lado de la puerta para cerrarlo, de espaldas al auto.

-Te quiero- el sonido de esas dos palabras provenientes de sus labios hizo que mi corazón se detuviera y todo mi cuerpo también, me sentía como congelada a la puerta...

 "Reacciona" me recordé y con un esfuerzo infinito hice funcionar mi cuerpo... cerrando la puerta sin mirar atrás pues mi rostro seguramente reflejaba aquello que no dije con palabras... yo también lo quería...

 Mi madre me estaba esperando con una deliciosa sopa, bueno, a mi hermano también... pero él aún no llegaba del jardín.

-Gracias- dije cuando mi madre me sirvió el plato de comida.

 La tomé sin decir palabra... sentía un cosquilleo en todas las manos... mis células ya lo extrañaban... su calidez... mis oídos extrañaban su voz y mi mente repetía a cada instante las dos últimas palabras... "Te quiero"

 Copito me estaba esperando en mi habitación, estaba jugando con un cojin, lo mordía y mordía... pero sus dientes débiles no dejaban rastro alguno.

-Hola pequeño- saludé y me respondió con ladridos suaves...- No sabes lo que pasó hoy...
 Abrí mi caja musical y me recosté en la cama, mirando al techo y recordando lo sucedido hace unos momentos... Copito jugaba entre mis brazos.
-(Tu nombre)- gritó mamá y de inmediato cerré la caja, cortando bruscamente la melodía- baja un momento.
 Papá ya había llegado y estaba con Stefano.
-Vi esto por el camino- me entregó un afiche con la foto de Copito- creo que su dueña lo busca.
 Miré atentamente el papel y si, era Copito el de la foto...
-Supongo que tendré que llamar- mi voz sonaba triste y lo estaba...
-No estés triste- dijo mamá.
-No es nada- miré a mi hermanito para cambiar de tema- cómo te fue en el jardín pequeñito?
-Bien- sonrió- hay muchos niños que hablan raro... y no entiendo nada- hizo un pequeño puchero- pero mi tía Mónica si habla bien...
 Siguió narrando concertadamente todo lo que vio y vivió hoy, mientras nosotros sonreíamos y lo mirábamos con atención.
 Cuando terminó subí a mi cuarto y miré a Copito... se veía tan tierno y feliz que me costó un poco... pero marqué el número que en el afiche salía.
Conexión telefónica.
-Hola- saludé cuando contestaron.
-Con quién hablo?- respondió la voz de una joven.

-Soy (tu nombre y apellido)- tomé aire- llamaba para contarte que encontré a tu perrito...
-En serio?!- gritó la chica desde el otro lado, emocionada.
-Si...
-Muchas gracias- dijo con la voz más alegre que he escuchado en mi vida.
-Puedes venir a buscarlo a (tu dirección del condominio e_e)
-Claro, dentro del día iré- suspiró- muchas gracias en serio.
-De nada, te estaré esperando.
Fin Conexión Telefónica.

-Te irás pequeño- acaricié su cabezita- te extrañaré...
 Lo tomé en brazos y bajé.
-La dueña de Copito vendrá a buscarlo dentro del día- anuncié al llegar donde mi familia- ahora... voy a ver a  Simone...
 Salí de casa con Copito bajo mi ropa, hacía mucho frío... pero quería mostrarle a Simone... mi pequeño perrito.
-Hola- saludé cuando me abrió la puerta Bill- está tu madre?
-No, solo yo... mamá fue a comprar al supermercado...- respondió con una sonrisa- pero pasa que te congelas...
 Obedecí pero por el bien de Copito... me sentía culpable al estar con Bill... luego de haber salido con su hermano.
-Cómo estás?- preguntó robando un rápido beso de mis labios.
-Más o menos... y tú?
-Bien... con mucho trabajo- sonrió cansado- que pasa pequeña?- se sentó a mi lado.
 Tomé a Copito que estaba bajo mi chaqueta y lo saqué, este recorrió el lugar con la mirada y luego se lanzó en mis brazos.
-Que ternura- dijo Bill frotando su cabeza- pero cuéntame... que pasa?
 Le conté sobre como lo encontramos... y luego que su dueña lo vendría a buscar.
-Que lástima... es muy dulce- se notaba que le gustaban los animales.
-Si, pero estará mejor con su dueña- sonreí de medio lado y me abrazó, mientras Copito jugaba en mis piernas.
 Bill sirvió galletas y nos quedamos conversando un buen rato, como los mejores amigos del mundo... a ratos salía el lado de novios y me robaba uno que otro beso... pero dominaba más la otra parte.
 El sonido de la puerta interrumpió nuestra charla y yo me paré a abrir.
-Hola- una chica más alta que yo, de cabello castaño y muy pálida saludó- Tu debes ser (tu nombre)
-Si, soy yo... y tu eres?
-Gaby, soy la dueña de Puppi.- sonrió alegremente.
 La miré un poco y luego reaccioné... claro... Puppi se llamaba Copito... bueno, era como obvio que tendría otro nombre.
-Ah...- sonreí- de inmediato lo traigo.
Giré para ir a buscar a Copito... bueno Puppi... pero Bill lo traía hacia mi.
-Gaby?- exclamó este al asomarse por la puerta.
-Bill?- ambos se miraron extrañados.

----------------------------------------------------------------------------------------
Ahhhhhhhhhhhh! >-< Anoche soñé con Tom *---* No digo que ha sido el mejor... porque el sueño que puse en uno de los primeros caps de la fic es el mejor que he tenido... pero este me encantó de todas maneras T_T era tan real :C
Bueno... debía mostrar nuestra perspectiva de la conversación... correspondía no creen? jajaja
Espero que les haya gustado el cap...
chicas... si ya entraron a clases... no dejen los estudios de lado por esta fic >-< si no leen un par de días... no me molesto en absoluto... A mi me queda una semana aún :D!
Las Adoro... y gracias por sus lindos comentarios que aveces me hacen reír... bueno... siempre <3