Capítulo 18: "¿Qué es esto que pasa?"

 La tensión se sentía en el aire, tenía frente a mis ojos a aquel par de seres idénticos, por fuera, y no sabía que hacer. Hacía notar que los conocía o lo ocultábamos de Simone?
 En ese momento desee tener telepatía, por unos segundos solamente, y preguntarles que hacer... pero no lo tenía.
 Envié una señal a cada parte de mi cuerpo, que estaba congelado, y con pasos torpes me acerqué a ellos y los saludé como si nada.
-Hola- dije besando la mejilla de Bill primero- un gusto conocerte.
 Bill respondió a mi "hola" y quedó algo atónito, comprendiendo mi idea. Repetí la acción con Tom, quién susurró a mi oído "has vuelto linda" con tono sensual, ¿es que Bill no había hablado con él?
 No se con que fin oculté aquello de Simone, pero creo que no lo notó mucho y nos dirigió a la mesa, ella se retiró a buscar la comida.
-Nos has venido a visitar?- preguntó Tom coquetamente.
-Si hubiese sabido que estabas tu no acepto- dije cortante- la verdad, no sabía que eran hijos de Simone, pensé que tenía pequeños.
 Bill me miraba y no decía nada, algo denotaba su expresión, algo ocultaba o se sentía culpable, lo sabía.
-Ya te has venido?- sentí su suave voz, estaba tímido.
-Si, vivo a dos casas de esta- le sonreí- ahora si estoy acá definitivamente.- devolvió mi sonrisa.
 Tom nos miraba sospechosamente pero no  dijo nada, luego de unos segundos corté el silencio de la sala.
-Le diremos a Simone que nos conocemos?- pregunté en voz baja.
-No lo se, es necesario?- Bill se veía dudoso.
-Creo que no- agregó Tom rápidamente cuando Simone se venía acercando.
 Nos sirvió un plato algo raro, bueno, la verdad no conocía ninguna comida, pero eran solo ensaladas.
-Vegetarianos?- pregunté rompiendo el silencio.
-Si, Tom y yo lo somos desde hace algún tiempo y mamá nos da en el gusto- Simone se sonrojó.
-Ojalá mamá hiciera eso- todos me miraron dudosos- es que, odio la carne y esas cosas, e intento ser vegetariana, pero ella me obliga.- Finalicé haciendo una expresión un tanto infantil, un puchero.
 Todos se rieron de mi y Simone me invitó a comer a su casa cuando quisiera.
 Tom estaba muy serio, parecía que analizaba cosas... podía ver en su rostro como una tormenta de pensamiento se apoderaba de él, Bill también lo sentía, lo podía notar en las miradas fugaces que dirigía a su gemelo mayor. ¿Qué sucedía con estos hermanitos? algo había en ellos... Hablarían, bueno, sobre mi? No es por ser egocéntrica... pero supongo que Bill diría algo... Ash... mejor comer.
 Metí el último resto de ensalada en mi boca y miré al frente, todos habían terminado y me miraban curiosos.
-¿Qué tengo?- pregunté algo avergonzada.
-Solo que, te has quedado unos minutos mirando hacia la nada, te hablábamos y no respondías.- dijo Tom aguantando la risa.
-No es gracioso, solo pensaba.
-En mi?, en lo lindo que soy?- Bill dirigió una mirada de odio a su hermano cuando acabó de pronunciar estas palabras, si no lo disimulaban esto se saldría de mi plan.
-Eso quisieras.- lo miré desafiante y luego recordé que Simone estaba presenciando todo.
-Ustedes se conocen?- preguntó aquella agradable mujer.
-Eh... esto...- balbucee.
-No, pero ya conoces a mi hermanito- Bill me salvó- que más esperas?
-No seas así con él, que al fin y al cabo son iguales- ambos fruncieron el ceño, si que eran iguales.
 Simone se retiró a servirnos el postre. En ese intervalo el silencio se volvió muy incómodo, no quería comenzar una conversación porque no conocía las posturas de los otros dos integrantes, podía ver sus rostros, claro, pero esto me confundía aún más.
 Bill tenía una expresión de arrepentimiento, culpabilidad o algo por el estilo... por otro lado, Tom tenía el rostro serio y el ente cejo fruncido, algo le molestaba. ¿Cómo averiguar lo que pasaba por sus mentes?
 Intenté pasar el rato y la incomodidad tomando agua, mucha agua, pero entre sorbos y sorbos me atoré.
 El aire se me fue de inmediato y no podía parar de toser, Bill y Tom se pararon apurados de sus respectivas sillas y comenzaron a golpear mi espalda mientras yo hacía inútiles esfuerzos por respirar. Me estaba mareando.
 Sentía sus gritos dándome órdenes pero no los comprendía. Simone llegó corriendo y los alejó de mi lado, creo que sus golpes me hacían peor, tomó mi mano y me llevó a un rincón, luego suavemente comenzó a masajear mi espalda y a susurrar bajito que respirara lentamente e intentara no toser. Al cabo de unos minutos su sistema funcionó.
 Los gemelos estaban en la mesa, mirando atentamente, angustiados, y yo estaba avergonzada totalmente, seguramente estaba roja, con los ojos llorosos y sudada por tanta tos, no quería girar a verlos.
-Simone, me prestas el baño?- pregunté mirando al piso, aún con la garganta apretada.
-Claro cariño, vamos- me dirigió a un lugar, para mi suerte, al lado contrario de donde estaban los chicos.
 Me miré al espejo y lo primero que vi fue aquello que imaginé, mi horrible imagen despeinada y ahogada. Mojé mi cara con rapidez para que el estúpido rojo se fuese y tomé agua, mucho agua, pero con serenidad... no deseaba volver a atorarme.
 Salí rápido luego de haber bajado un poco la tonalidad rojiza y me encontré con la familia reunida esperándome.
-Estás mejor?- Bill sonaba nervioso.
-Claro, muchas gracias- sonreí.- Simone, gracias por la comida, por todo... pero debo ir a ordenar cosas a casa.- Tom iba a pronunciar algo- en serio, muchas gracias- repetí cortándolo y caminé hacia la salida.
 Ella me despidió un poco triste y me hizo prometer que volvería, "si como no" dije en mi mente, como si ver a su hijito mayor fuese mi más grande anhelo.
 Llegué a casa de inmediato, como no si eran dos casas, y mis padres aún no volvían. Entré sigilosa, no es que tuviese miedo, pero era una casa nueva y aún no me adaptaba. Rápidamente fui a mi habitación y comencé a ordenar un poco, muebles, cajas llenas de cosas, ropa, etc... hasta que sentí unos golpes en la puerta... quién sería? Mis padres tenían llaves.
 Bajé trotando la escalera y abrí la puerta quedando frente a él... sonreía y traía algunos útiles de aseo.
-Mamá dijo que alguien te viniese a ayudar y pues, yo me ofrecí- dijo Bill en una actitud casi tímida, algo no muy común en él.
-Gra... gracias- dije titubeante, él me ponía nerviosa, sobre todo si estábamos solos... continuaría aquello que comenzó días atrás?
 Me hice a un lado y Bill entró con paso lento- no hay nadie- le recordé y ahí se relajó un poco.- Siento el desorden...- me cortó.
-Te comprendo pequeña, estás recién llegando, no te preocupes... ya verás como quedará de reluciente esto luego de nuestro  trabajo- levantó las cosas que traía en mano y eso me causó gracia, ya lo imaginaba tan alto, arrodillado recogiendo cosas o limpiando el piso... no pude evitar reír.
-Qué es lo gracioso?- preguntó este algo indignado.
-Bill, es que tu... y...- continué riéndome mientras él se acercaba acechante a mi.
-Ríete con más ganas- exclamó y comenzó a hacerme cosquillas.
-Detente, asma... asma!- grité y Bill retrocedió asustado.
-NO!, que hago? por favor dime...- su cara... estaba muerto de miedo.
-Bill...- tomé aire exageradamente- era broma...- sonreí inocentemente y él giró indignado en dirección a la puerta.- Detente- ordené y este me obedeció.- era solo una broma...
 Se acercó seriamente y se plantó frente a mi- No me hagas ese tipo de bromas por favor- dijo aún serio tomando mi cara con manos firmes y sosteniendo mi mirada- no me perdonaría si algo te pasara.- cerró los ojos un momento y lo besé. ¿Algún motivo para aquél beso? ¿Por qué siempre mi inconsciente buscaba una explicación a todo? Lo quería besar y listo.

 Continuó sosteniendo mi cara mientras yo me aferraba a su espalda, cuanto lo extrañé esos días en (tu país), cuanto extrañé su voz, sus ojos, su boca... ¿Qué importaba si me convertía en un ser asqueroso? Disfrutaría el tiempo que tardara, sin lastimarlo... ¿Y si me gustaba él y no Tom?
 Odiaba pensar mientras lo besaba, pero era inevitable, mi maldita mente no me dejaba en paz ni un segundo...
 Continuamos así hasta que un empujón en la puerta nos exaltó, había olvidado cerrarla.
-Tom- dije al verlo ahí, parado, mirando aquella escena con una expresión incomprensible en la cara.
 No pude hacer nada, me quedé ahí, observando como huía de casa y yo sin comprender su expresión, su visita, nada, y Bill tampoco.
 Algo faltaba nuevamente en mi y ahora si que no lo podía descifrar...

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Corto? si xD Fome? tal vez... pero es que quería subir.... y no podía más con mi mente... tardé toda una tarde en hacerlo y ahora el frío me come los pies D:! Y todos se acostaron en mi casa 77
 Pero subí, subí :D
Gracias por leer amadas Tokitas, Aliens y bueno, a todas gracias :]
Es super inspirador esto... y ... ahora me detuve porque estaba viendo videos de Tokio Hotel y me dio pena... Así que mañana cuando vuelva mi energía normal continuaré [Si Dios quiere C:]
y continuaremos en esta historia... oh si -w-
Adiós <3